¡Hola a todos de nuevo!. Esta semana os voy a presentar el último proyecto realizado por unas compañeras de clase, trataba de la prehistoria y estaba destinado a niños de 4 años, en el que se trabajaba la lateralidad.
Nuestras compañeras se aventuraron en su sesión al introducir los circuitos y la verdad es que les salió bastante bien.

Hubo gente que se dio cuenta que se trataba de de dicha sesión, mientras que otros, entre los que me incluyo, pensábamos que se trataba de juego motor, tan sólo por el hecho de que "todos", íbamos realizando las actividades que nos iban proponiendo, y recibíamos la información justa para realizar las mismas. No se nos revelaba mucha información puesto que se trata de una tarea de evaluación, de hecho, la compañeras llevaban en todo momento una carpeta con un cuestionario de preguntas acordes a los objetivos, para comprobar si se alcanzaban o no. Pero a pesar de todo ello, sólo fuimos conscientes de la sesión cuando hicimos la asamblea y nos lo comentaron.
La parte de la sesión que más me gustó fue la asamblea, puesto que se nos daba mucha información sobre el tema de la prehistoria y en todo momento nos resolvían las dudas que podíamos plantearle a la profesora, saliendo bastante airosa.
A la hora de diseñar una sesión de este tipo, hay que recordar que las actividades que se les van a proponer a los niños serán definidas, lo que quiere decir, que la información que daremos a los pequeños será máxima, ya que harán todo cuento le digamos y del modo que le digamos, puesto que no toman decisiones. Aunque supongo que como las compañeras trataban de evaluarnos, por eso no nos daban mucha información y a pesar de que ponían ejemplos trataban de no condicionarnos a la hora de realizar las actividades.
Pondré un ejemplo: una de las actividades que nos presentaron se trataba de coger una pelota envuelta en velcro, pasar por una cueva, rodar por la colchoneta y lanzar la pelota a una diana, para poder ver las pinturas rupestres. Pues nos dijeron por dónde teníamos que pasar y lo qué teníamos que hacer, pero la profesora no lo realizó. En caso de no ser una evaluación, la profesora hubiera realizado un ejemplo práctico, en el que todos los niños hubieran visto por dónde se pasa y cómo se hace.
Otro aspecto destacable en esta sesión, es que las compañeras, lo realizaron todo para que llevásemos a cabo los 25 alumnos las actividades y hasta que no las hubiéramos hecho todos, no cambiábamos de actividad, pasando a la siguiente los 25 compañeros. Todo era muy analítico y se explicaba conforme llegábamos a la actividad.
Ellas realizaron un tipo de circuito de los dos que existen, el otro consiste en que pasar por la misma actividad varias veces durante un tiempo, pasado el mismo, cambiamos de circuito y volvemos a hacer lo mismo, así con los diferentes circuitos.
Las compañeras no pusieron un tiempo a la hora de realizar las actividades, sino que elaboraron dos filas para que la evaluación fuese más rápida e intentaron que todos los niños realizasen las actividades.
Puesto que uno de los temas a tratar era la lateralidad y como ya he dicho, se trata de una sesión de evaluación, en ningún momento nos decían con que mano coger los materiales y también incidían mucho en que dejáramos los materiales en el suelo una vez realizada la acción, puesto que en caso contrario, estaríamos condicionando al compañero al que le pasábamos el material.
A modo de resumen:
1. En circuitos las actividades se explican, se hacen y se pasan a la siguiente.
2. Todos los alumnos pasarán por el primer circuito, una vez realizado todos pasarán al segundo y así sucesivamente.
3. Se puede realizar un circuito y una vez terminado, pasar al siguiente o se realiza varias veces hasta que indique el profesor el cambio de actividad.
Espero que os haya servido la sesión de los circuitos y podáis ponerla en práctica.
después de todo esto, tan sólo puedo deciros que ¡HOY SÓLO TOCA SONREÍR!